Cuando encendemos esta vela llamada Better than Yoga, a los pocos minutos, comienza a pasar algo. Es esa energía tranquila o esa calma energética que deja una clase de yoga. O es el recuerdo de esa tarde en Jodhpur, cuando te colaste en una habitación del Marugarh sin que nadie se diera cuenta. O un paseo por un mercado asiático. Hay velas «hacia dentro» y velas «hacia afuera»: esta es hacia dentro.
Better than Yoga Pertenece a The Inventory, una colección española de fragancias creada por Paula González, factotum de The Singular Olivia y que de velas sabe mucho, mucho. Está elaborada con jengibre, hierba limón y coco, son los aromas que se utilizan en mezclas para equilibrar las emociones. Como todas en The Inventory, está hecha a mano con ceras vegetales, aromas naturales y aceites esenciales; estos son los responsables de que las velas huelan «tan de verdad», a lo que dicen. Hay un tamaño pequeño en lata, que sirve para probarla o para llevarla de viaje.
Estas velas están pensadas al milímetro, desde el nombre al packaging. El número 108 es una cifra sagrada en el hinduismo. La caja incluye un listado de poemas que leer mientras está encendida. Uno de ellos es «El amor después del amor» de Derek Walcott, otro es de Walt Whitman. El resto es una sorpresa.